En el relato breve de Cervantes que abre la colección de las Novelas ejemplares del autor publicadas en 1613, La Gitanilla, se puede vislumbrar el espíritu flamenco de la protagonista, Preciosa, la cual es descrita de la siguiente manera: “Salió Preciosa rica de villancicos, de coplas, seguidillas y zarabandas, y de otros versos, especialmente de romances, que los cantaba con especial donaire”. Y continúa con otro párrafo en el cual podemos apreciar que Preciosa rebosa arte jondo: “De entre el son del tamborín y castañetas y fuga del baile salió un rumor que encarecía la belleza y donaire de la gitanilla, y corrían los muchachos a verla y los hombres a mirarla. Pero cuando la oyeron cantar, por ser la danza cantada, ¡allí fue ello! ¡Allí sí que cobró aliento la fama de la gitanilla, y de común consentimiento de los diputados de la fiesta, desde luego le señalaron el premio y joya de la mejor danza!”.

Como explica Carmen Cortés, bailaora y coreógrafa de prestigio de la danza española actual, "la gitanilla es una ofrenda de Cervantes al pueblo gitano... El flamenco, la danza de la escuela bolera y los bailes regionales están presentes, así como la música con instrumentos que nos recordará la entrada de los gitanos a España".