Estos trenes son El tren de Felipe II, que lleva a sus pasajeros a conocer la riqueza monumental de San Lorenzo de El Escorial, y el Tren de la fresa, que lleva a conocer el Real Sitio de Aranjuez y sus encantos del siglo XIX. Ambos destinos son, al igual que el flamenco, Patrimonio de la Humanidad y se ubican a menos de 50 km del centro de Madrid, siendo así dos oportunidades perfectas para conocer los alrededores de la capital durante el día tras haber pasado una noche de puro flamenco.

Hoy nos centramos en contarte la experiencia que recrea y rememora el recorrido del primer ferrocarril de la Comunidad de Madrid. Construido en el año 1851 por indicación de la reina Isabel II para unir la capital con el Palacio Real de Aranjuez, fue parte de un proyecto mayor: el de unir la capital con el Mediterráneo. Este tren de coches de madera con balconcillos, únicos en toda España, eran el medio de transporte de la alta burguesía madrileña para disfrutar de los jardines del palacio.