Este bien, declarado Patrimonio Mundial en calidad de Paisaje Cultural, comprende el espacio urbano de Madrid que está delimitado por el Paseo del Prado y el Parque del Retiro. La UNESCO lo define como un modelo único de urbanismo singular adelantado a su tiempo, reflejo de un ideal sobre una nueva sociedad que se extendió más allá de nuestras fronteras, y un paisaje cultural urbano diseñado cuidadosamente para el recreo y la formación de los ciudadanos en contacto con la naturaleza.

El Paisaje de la Luz es, pues, el primer paseo arbolado del mundo en abrirse al disfrute de los ciudadanos, sin distinciones sociales, y también el primero dentro de una capital europea, siendo prototipo de la alameda hispánica y modelo a seguir de distintas ciudades del mundo. Tanto el paseo como el parque forman un conjunto inseparable cuyo origen se remonta a mediados del siglo XVI, siendo el paseo el primer ejemplo de una alameda urbana en la que posteriormente se situaron las grandes instituciones culturales, científicas, políticas, económicas y representativas de la sociedad madrileña y del Estado español.